Otra batalla en los bajos fondos japoneses
Yakuza 5 Remastered es una versión mejorada del juego de rol y acción Yakuza 5. Aquellos que hayan jugado al original encontrarán esencialmente la misma mecánica de juego y narrativa, pero con un nuevo aspecto. Al haber sido remasterizado, el título se beneficia ahora de una resolución de 1080p y una animación a 60 fps.
La historia de Yakuza Kiwami, Yakuza Kiwami 2 y los demás títulos de Yakuza continúa aquí. Yakuza 5 Remastered cuenta con cinco arcos argumentales para el jugador. Deberán guiar al protagonista en su mayor aventura en el inframundo hasta la fecha.
Kazuma Kiryu vuelve para otra batalla
La saga de la serie Yakuza continúa en Yakuza 5 Remastered. El protagonista de la serie, Kazuma Kiryu, ha dado la espalda a su vida criminal y se ha convertido en taxista. Cuando se entera de que se están produciendo conflictos entre las familias del crimen de cinco ciudades, se embarca a regañadientes en una nueva misión. El trabajo del jugador consiste en guiar a Kiryu a través de una elaborada historia.
Un RPG con acción
Al igual que otras entregas de la serie, Yakuza 5 Remastered combina elementos de RPG y acción. La IA es más sofisticada que en anteriores juegos de Yakuza, lo que da lugar a secuencias de lucha más elaboradas, sobre todo en lo que respecta a los jefes. En esta versión remasterizada, las animaciones mejoradas hacen que los combates luzcan mejor que antes.
Una saga policíaca para adultos
Yakuza 5 Remastered es un juego para adultos. No se anda con rodeos a la hora de ofrecer una saga criminal brutal, en la que el sexo y la violencia son partes importantes de su argumento. Al igual que con los demás juegos de Yakuza, los niños deberían mantenerse alejados de este título.
Un favorito de los fans remasterizado
Yakuza 5 Remastered se adapta a dos tipos de público. Los jugadores que quieran revisitar el original con un nuevo aspecto apreciarán las mejoras, mientras que los recién llegados encontrarán en este juego la mejor introducción a la historia de Yakuza 5.
